sábado, 24 de abril de 2010

¿Cuando?

Donde quedaron tus palabras?
Donde el nosotros?
Donde el vamos?
Donde el haremos?
Donde el nunca me iré?
Donde el te amaré siempre?

Nos apresuramos tanto, ahora todo está fuera de control. Es como un cáncer, que está demasiado avanzado y que no tiene cura. Ya no hay nada por hacer. O sí, si hay mucho por hacer, pero con que yo lo desee, no basta. Tú sin ganas, yo con muchas. Si. Somos diferentes. Yo he sabido reconocer mis errores pero tú no aceptas que yo los reconozca. Tú no aceptas los tuyos, ni dejas que yo los reconozca en tí y menos que estoy dispuesta a entenderlos. No quieres. No quieres intentar. No quieres darle una oportunidad más a este amor que aún dices tener. Cuanto tiempo en vano. Tantas cosas perdidas. Tanto he dado. Tanto recibí. Ahora nada.

Todo es tan difícil. Nuestro tiempo juntos. Todo lo compartido. Tanto en tan poco tiempo. Todo, como siempre, sucedió tan rápido, que no me dí cuenta cuando dejaste de sentirme.

Tengo tantas preguntas que hacerte. Tanto que decirte. Tanto. Tanto. Pero nada de lo que yo diga cambiará tu decisión. Tampoco la mía. Nada.

Así que me quedo con todo esto que siento. Con todo lo que tenía para tí. Con las tantas cosas que quería contigo. Todo se queda conmigo.